La salud ecológica de nuestros ríos, lagos, estuarios y aguas costeras y subterráneas depende del cumplimiento de unas normas reglamentarias cada vez más estrictas. Su capacidad para cumplir las estrictas normativas sobre el agua depende en primer lugar de la identificación de los contaminantes.
La mejora de las tecnologías analíticas y de los conocimientos técnicos ha permitido identificar un número creciente de contaminantes que están presentes en las aguas en concentraciones muy bajas. En muchos casos, el uso de métodos de tratamiento convencionales ya no es adecuado. Sin embargo, no es realista esperar que usted actualice todo su proceso de tratamiento cada vez que se modifica la normativa para seguir cumpliéndola y evitar multas.