La presencia de azitromicina en las fuentes de agua plantea importantes problemas medioambientales y de salud pública. La exposición prolongada a bajas concentraciones puede provocar el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos. Éstas reducen la eficacia de los antibióticos en medicina humana y veterinaria.
El vertido de aguas residuales tratadas inadecuadamente que contienen azitromicina contaminante en medios acuáticos puede contribuir aún más al daño ecológico, afectando a los organismos marinos y al equilibrio general de los ecosistemas.
Para proteger los ecosistemas acuáticos y prevenir la resistencia a los antibióticos, es importante eliminar la azitromicina del agua.
Hay varias opciones disponibles para tratar la azitromicina en el agua, pero el sistema Arvia Rosalox™ destaca por su enfoque eficaz y asequible que utiliza tanto la adsorción como la electroquímica.
Es absolutamente vital dar la máxima prioridad al avance y la aplicación de tecnologías punteras de tratamiento del agua para disminuir la presencia de azitromicina y otras sustancias medicinales en los suministros de agua, salvaguardando así tanto nuestro medio ambiente como el bienestar del público en general.
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