Por efluente se entiende la salida de aguas usadas de una estructura, como una instalación industrial o un sistema de alcantarillado. Los efluentes industriales pueden tratarse in situ y reutilizarse, pretratarse y enviarse al alcantarillado o enviarse directamente al alcantarillado para su tratamiento. En este último caso, las instalaciones deben pagar una prima al proveedor de servicios para tratar sus efluentes, lo que se conoce como tasa por efluentes comerciales. En cuanto a los efluentes domésticos, no suelen requerir tratamiento in situ ni conllevan ningún cargo adicional, ya que el nivel de contaminación no es tan alto como el de los efluentes industriales, por lo que el tratamiento de los efluentes es mucho más sencillo de conseguir.