Resistencia a los antimicrobianos

La resistencia a los antimicrobianos (RAM) está aumentando a escala mundial y está causando efectos perjudiciales tanto para el medio ambiente como para la salud humana. Se calcula que en 2050 morirán más de 10 millones de personas al año por esta causa, que se produce cuando las bacterias cambian de forma que se hacen resistentes a un medicamento diseñado para destruirlas. Se prevé que en los próximos 30 años la RAM habrá superado al cáncer como principal causa de muerte.

Los excrementos animales de las granjas son una de las vías por las que estos contaminantes pueden acabar en las vías fluviales. Por ejemplo, cuando se lavan los corrales y los refugios, si el agua de lavado no se dirige adecuadamente a un alcantarillado local o no se trata in situ, los residuos médicos acaban en una fuente de agua y pueden causar efectos perjudiciales, incluida la RAM.

La bioacumulación es otro riesgo grave asociado a la RAM. Este proceso tiene lugar cuando un fármaco o sustancia química es absorbido por un organismo más rápidamente de lo que puede ser excretado o metabolizado. Si el organismo es consumido por otro, el producto químico o fármaco también se transferirá. La bioacumulación puede tener efectos perjudiciales tanto para los seres humanos como para la fauna salvaje, ya que las bacterias resistentes a los fármacos se acumulan en la cadena alimentaria, provocando resistencia al medicamento.