Reducir la brecha en la disponibilidad de agua

En un acto sobre tecnología del agua celebrado en Londres, debatimos cómo la lucha contra los microcontaminantes puede mejorar la disponibilidad de agua en todo el mundo.

¿A qué problemas nos enfrentamos?

La brecha entre la oferta y la demanda de agua es cada vez mayor y el Grupo de Recursos Hídricos 2030, que analiza la brecha mundial entre oferta y demanda de agua, ha pronosticado que la demanda mundial de agua utilizable superará a la oferta en sólo 12 años. Tenemos que cambiar la forma en que utilizamos y tratamos el agua para garantizar un suministro sostenible de este valioso recurso.

Arvia organizó una mesa redonda en la Cumbre Mundial de Innovación Tecnológica del Agua, celebrada en Londres en febrero, para debatir cómo pueden tratarse, utilizarse con seguridad y reutilizarse las fuentes contaminadas de agua y aguas residuales. Tuvimos la oportunidad de debatir algunos de los retos con un amplio abanico de delegados, interesados en saber más sobre los efectos que los microcontaminantes están teniendo en el medio ambiente.

Sabemos que los alteradores endocrinos, los esteroides, los estrógenos y los principios activos farmacéuticos (API) presentes en las fuentes de agua dulce contribuyen a la disminución de las poblaciones de algunos organismos vivos. La dosificación inadvertida de medicamentos a los peces puede alterar su comportamiento natural con efectos devastadores. La bioacumulación de sustancias químicas en la cadena alimentaria sigue siendo motivo de preocupación. Sin embargo, las técnicas analíticas son cada vez más sofisticadas y ahora podemos analizar compuestos que antes no era posible detectar e identificar.

En la industria se está introduciendo una legislación más estricta en materia de contaminación ambiental, sobre todo en Asia, donde las empresas de transformación que vierten aguas residuales son responsables de reducir los contaminantes a un nivel mucho más bajo que el exigido en Europa y Norteamérica. En China, la demanda química de oxígeno (DQO) debe situarse entre 30-50 partes por millón en las aguas vertidas, mientras que en Occidente los límites típicos de DQO son de 100-150 ppm, lo que supone una gran diferencia.

¿Qué hace Arvia?

Dondequiera que se introduzca una regulación más estricta, el objetivo es limpiar el medio ambiente y reducir el dolor y la presión sobre los servicios públicos. La tecnología Nyex de Arvia es uno de los pocos tratamientos terciarios capaces de eliminar con éxito compuestos orgánicos recalcitrantes a nivel de trazas.

Tratar y eliminar los contaminantes en origen, antes de que entren en el ciclo del agua, es uno de los principales objetivos, y en la mesa redonda Water-Tech se habló del uso de drones y satélites. Un programa de gestión de cuencas aguas arriba de una empresa británica de servicios públicos rastrea los orígenes de la contaminación difusa mediante el análisis de datos por satélite a través de los cursos de agua. En Estados Unidos también se utilizan satélites para aplicar pesticidas a plantas concretas y evitar así el uso excesivo de productos químicos en la agricultura, que contamina las aguas de escorrentía.

Los puntos débiles de la gestión de la contaminación difusa son, como era de esperar, el coste, la eficiencia y la eficacia y, como describió un delegado, los investigadores de una empresa británica de servicios públicos que están probando la tecnología de membranas para eliminar contaminantes están comprobando que es eficaz, pero el gasto y la huella de carbono también podrían resultar prohibitivos.

La lucha contra la contaminación difusa y la reducción de la brecha entre la oferta y la demanda de agua dulce es un campo en rápida evolución. Sabemos que no existe una solución milagrosa y que es necesario un tratamiento específico para cada sector.