La atrazina es un producto químico alterador endocrino (EDC) y, como tal, puede interferir con las células del cuerpo humano. Puede alterar los niveles hormonales, el sistema cardiovascular y provocar cáncer.
Los seres humanos corren más riesgo de exposición a la atrazina si dependen del agua subterránea para beber y viven en una zona agrícola que utiliza atrazina para los cultivos.
Atrazina en agua
La atrazina es soluble en agua hasta una concentración de 30 mg/litro a 20°C. Puede encontrarse en las aguas subterráneas de zonas en las que se ha utilizado atrazina. También se encuentra en el agua potable, donde el tratamiento del agua es insuficiente para eliminarla.
Persiste en la naturaleza tras su aplicación agrícola y debe eliminarse de las aguas subterráneas y de las fuentes de agua. No se biodegrada por sí solo.